Chernobyl Series – Capítulo 17 – Día 3 – Azotea edificio 16 plantas

Al igual que en el viaje tenía lugares a los que visitar obligado, habían otros que no sabía que visitaría, estaba claro que si en un día se ven las cuatro cosas mas llamativas, con un segundo día en Pripyat vería cosas reservadas sólo para visitas mas amplias en tiempo y reducidas en personas como la mía.

Y así es, Igor para el coche en la puerta de un edificio, el más alto de Pripyat, de 16 pisos, yo todavía no sabía que podría subir, pensaba en la restricción de entrada a edificios, y éste era alto de narices.

Igor me dice que puedo subir, pero que él me espera en el coche, que ya había subido varias veces, así que miro para arriba de la enorme mole de hormigón y tomo aire para subir a pié, ya que el ascensor seguro que estaba «fuera de servicio»…

Antes de entrar, veo un zapato de señora en el portal, como si alguien se lo hubiera dejado a la carrera en la evacuación, lo que tengo claro es que ningún príncipe vendrá a cogerlo para buscar a su dueña.

Al entrar en el rellano, un rellano cualquiera de los años 80, veo una placa de metal con unas tablas, en una columna un número en rojo, y junto al número un nombre en negro, era la lista de viviendas y los nombres de los titulares.

Empiezo a subir pisos, 1, 2, 5, 7, 8, hago un pequeño descanso, mientras subía, alguien amablemente ha pintado con boli el número de la planta en cada piso, estoy parado en el 8º, veo una chaqueta colgada del tirador de una puerta, decido aprovechar el descanso y entrar en una planta.

Atravieso la puerta que separa las escaleras del pasillo con las puertas de las viviendas, ante mi un largo y oscuro corredor con puertas a un lado y a otro, preparo la cámara y comienzo a andar.

Me asomo a la primera vivienda, bastante amplia, miro en sus habitaciones y estaban todas vacías, sin muebles, sin lámparas, sin muebles de cocina, no había absolutamente nada.

En la segunda ya encontré en el comedor un mueble y una lámpara, aunque esto es una excepción porque en las que entro no hay ni papel pintado.

Se repite el mismo resultado en las siguientes viviendas hasta que al final doy con una que tenía algunos muebles en su cocina y la bañera, con la altura que tiene el edificio, tanto las ventanas del salón como la galería de la cocina daban al bosque, la vida con las vistas que tiene este sitio debía ser muy agradable, me imagino a esta familia asomada a la ventana viendo al verde horizonte.

Ya había visto varias viviendas y recuperado un poco de aire, continúo el ascenso por las escaleras, 9, 11, 14, 15, 16… llego al último piso y subo un nivel más, agacho la cabeza y paso por un hueco que da a la sala de máquinas del ascensor, que daba pena verla por cierto, junto a la sala de máquinas una pequeña escalera de metal y agachándome otra vez por una ventana de acceso consigo salir a la azotea.

Nada más salir al aire libre compruebo como esta la seguridad de la terraza, eran 16 pisos y me apetecía bajarlos por la escalera, hay unas barras de hierro que rodean toda la azotea, parecen fuertes, pero por si acaso no solo no me apoyo si no que ni siquiera las toco.

El suelo de la azotea parece que esta cubierto de alguna especie de capa asfáltica, en muchos puntos veo grandes acumulaciones de musgo, y por fin me detengo a disfrutar de las vistas.

Lo primero que busco es la central, se ve al fondo, se distingue perfectamente, me paro un rato mirándola y me imagino a los vecinos de este bloque aquí arriba la noche del accidente disfrutando del espectáculo de humo y colores que emanaban del reactor 4, como cuando en Alicante subimos a las terrazas para ver los fuegos artificiales en hermandad vecinal.

Aparte de la central que se ve perfectamente y junto a ella el nuevo sarcófago, solo se ve verde hasta donde me llega la vista, todo lo que rodea a esta zona esta repleto de vegetación.

Miro la ciudad de Pripyat desde otro punto de vista, desde el suelo no se aprecian las alturas, pero desde las alturas no se ve suelo, solo árboles, los edificios parece que nacen de sus copas como si fueran enormes cabañas, hay pocos edificios tan altos como éste, la mayoría son de 7-8 plantas.

Desde aquí se aprecia muy bien como es Pripyat de extensa, recordemos que tenía algo mas de 50.000 habitantes, la mayoría de edificios tienen el mismo «corte», son iguales en formas, alturas, colores…

Estaba en la azotea de una ciudad y no se escuchaba nada de nada, toda una ciudad inmersa en un silencio sepulcral, me quede un rato disfrutando de ese silencio, de las vistas y de la brisa que me daba en la cara y me dispongo a iniciar el descenso.